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Subcentral Sécure: “Dejemos que las comunidades decidan”

Subcentral Sécure: “Dejemos que las comunidades decidan”

La campaña presidencial hacia las elecciones de octubre próximo tiene diversas formas de manifestarse. Una de ellas, quizás la más cruel, se vive estos días en la Subcentral Sécure, del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), en la ciudad de Trinidad. Allí, cientos de indígenas que son familia o fueron amigos hoy están enfrentados en torno a un dilema: defender el territorio ancestral o regalárselo al Gobierno nacional, quien a su vez loteará entre los mejores postores las riquezas incalculables de esta parte irrepetible de la Amazonía.

El Gobierno nacional se toma la tarea de destruir a la organización indígena de la Subcentral Sécure desde 2011, cuando lideró la Octava Marcha Indígena, que enfureció al presidente Evo Morales porque demostró al mundo la falta de respeto del Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) a los pueblos indígenas. Esos mismos con los que se llena la boca ante cada estrado de las Naciones Unidas.

Hecho el indígena, Morales mandó a guasquear a la Octava Marcha como si él fuera cualquier patrón agraviado. Fue el 25 de septiembre de 2011, una fecha que poco a poco va quedando en el olvido, a fuerza de sobornos y compra de consciencias por parte del partido de Gobierno.

Cuentan que Adrián Vilche Matene estuvo firme los 88 días junto Fernando Vargas, Pedro Nuni y Adolfo Chávez, cuando estuvieron enclaustrados en la sede de la Subcentral TIPNIS porque si salían a la calle el Gobierno nacional iba a meterlos presos por haber sometido a la Justicia Comunitaria a su títere Gumercindo Pradel, el año pasado en la comunidad San Pablo. Cuentan que el mismo Adrián Vilche Matene fue quien el viernes 22 de agosto tuvo la voz de mando para que la juntucha paralela de la Subcentral Sécure –inventada por el Gobierno- arremetiera contra quienes son sus vecinos, eran sus amigos. Fue él quien ordenó atacar a los mismos indígenas de la Subcentral Sécure orgánica, independiente de los caprichos del Presidente, candidato posiblemente ganador en las elecciones de octubre -si uno se debiera dar crédito a las encuestas.

Si es elegido por tercera vez, el Presidente dizque aymara incluirá entre sus celebraciones el tendido de la carretera Villa Tunari- San Ignacio de Moxos, motivo de esa Octava Marcha que Morales nunca perdonará a los pueblos indígenas, esos mismos indígenas que lo metieron en el Palacio Quemado en 2005. Uno de sus funcionarios recordó a la prensa la semana pasada que este Territorio Comunitario de Origen (TCO) será asfaltado en la próxima gestión.

El MAS y su gobierno antiindígena

El intento de toma de la sede de la Subcentral Sécure tuvo lugar el viernes pasado a las ocho de la noche. Esta casa de los indígenas del TIPNIS está al borde de la circunvalación de la ciudad de Trinidad, a una cuadra del mercado Campesino. Cuando la paralela del MAS los atacó, logró meter dentro de la casa a algunos campings con hermanos y hermanas vendidos al Gobierno. Desde ese momento, en la sede de la Subcentral conviven la organización legítima y los chutos que quieren derrocar al directorio orgánico, presidido por Emilio Noza.

La batalla del viernes pasado duró media hora, hasta que la Policía se dignó a venir y los gasificó. No hubo ni un medio de comunicación presente. Nadie en Bolivia sabe lo que sucede ahora en Trinidad. Lo impide un rudimentario cerco mediático que beneficia al Gobierno nacional.

“A este problema hay que meterlo en todos lados a través de Internet. Desgraciadamente, como organización no tenemos cámara filmadora. Y a los medios de prensa de Beni tenemos que rogarles para que vengan. Pienso que, de aquí en adelante, todas las organizaciones deben tener su propia cámara para registrar los enfrentamientos que hay en estos momentos difíciles para los pueblos indígenas. Los medios de comunicación nada dicen de lo que ocurre aquí. No sé si será por miedo, pero como periodistas tienen el compromiso ante la sociedad de decir la verdad, no la mentira”, razonó José Luis Antezana, de la comunidad Nueva Vida, del TIPNIS.

“Este Gobierno no es indígena: es campesino cocalero. Si Evo (cuando llega a territorio Beniano) baila Machetero, yo bailo al costado y vamos a ver quién baila mejor. En algunos medios afines al Gobierno nos tildan de ‘seguidores de don Emilio’. No somos seguidores de don Emilio. Estoy esperando a la choquinga que dijo eso para componerla. Don Emilio es dirigente porque nosotros lo hemos puesto. No somos sus seguidores: esa palabra está mal y pedimos que la corrijan por favor”, dijo don Antezana.

El comunario del TIPNIS comentó que quienes quieren tomar la sede de la Subcentral para instaurar su propio directorio son viejos “vendidos al MAS”. “Es el mismo grupito de masistas que (en 2012) le abrió las puertas a Evo para que realizara su falsa consulta (para la construcción de la aún hipotética carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos). ¿Qué podemos esperar de ellos si ya hemos visto? No vamos a permitir que este grupito destruya el TIPNIS. Sería la muerte de nuestro querido territorio. Estas personas van a abrir la carretera con facilidad, así van a explotar el petróleo y los minerales del TIPNIS. De ahí vendrá la contaminación a nuestras vidas”, expresó el comunario de Nueva Vida.

Para Antezana, el Gobierno nacional no puede adueñarse de las organizaciones indígenas del TIPNIS. “No ha podido entrar y no va a poder. Porque a quien actúa con fe en Dios todo le sale bien. Cuando le hicimos Justicia comunitaria a Pradel no hemos perdido, hemos ganado. Cuando el Gobierno intentó hacer su falsa consulta hemos ganado también. Ahora debemos difundir públicamente quién es Carlos Fabricano, quién es Pedro Vare, quién es Adrián Vilche: ellos tres son quienes incitan a la violencia. El viernes pasado dijeron: ‘De una vez que reviente el puchichi’. De ahí vino la gente de la paralela del Gobierno a golpearnos. Fue así. No fuimos nosotros contra ellos. Vilche dijo a los hermanos chimanes que están con la paralela: ‘Ya, de una vez agarren las flechas’. Cabalmente mi esposa iba a ser víctima. Un chimán iba a suncharla pero otro, uno de los nuestros, lo agarró por detrás”, relató.

¿El Defensor del Pueblo? ¿La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos?

Para las y los comunarios de la Subcentral legítima, el comportamiento de sus hermanos vendidos al MAS es un signo de la modernidad. Un indicador de la invasión de los valores modernos (la codicia y el individualismo). Cuando hablan de su historia, remarcan que “los corregidores de antes” se desempeñaban de tal o cual manera. Quizás las autoridades pasadas fueron crueles e imparciales en sus castigos, pero nadie niega la relevancia de esa pedagogía visceral.

El viernes pasado, los atacantes de la paralela gubernamental se largaron a puñetear a sus hermanos de la Subcentral legítima sin más ni más. Muchos de los agresores se autoproclaman corregidores de comunidades, las mismas donde el Gobierno intervino en los usos y costumbres ancestrales para intentar imponer su capricho: una carretera para sus socios macroeconómicos en Chile y Brasil. “Ninguno de los corregidores de antes habría golpeado a comunarios y corregidores de otras comunidades. ¿Qué tipo de Corregidor están preparando Pedro Vare y Carlos Fabricano? Cuando las cosas están mal (como ahora) los corregidores aplican la Justicia Comunitaria, pero jamás aplican el golpe. El Corregidor justamente tiene que corregir. Pero ahora tenemos enfrente a una tropa de manejados, con Adrián Vilche como principal incitador”, dijo Antezana.

El viernes pasado, durante el intento de toma orquestado por el MAS, “los niños sufrieron la peor parte. A un niño le han falseado su hombro. En ese momento me llevé un rollo de chicos que estaban ahí gritando. ¿Y dónde está la Defensoría de los Derechos de la Niñez? ¿Dónde está la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH)? ¿Dónde está el Defensor del Pueblo? Están mirando desde el palco, cuando son autoridades. Dicen que en el conflicto de nuestra Subcentral existen dos bandos. Y creen que se debe ver quién gana. ¡No es así! Si hay dos bandos, ellos como autoridades deben analizar quién tiene razón y quién no. ¿Quién está manejado por el Gobierno? ¿Quién está con el territorio? Desde que el Gobierno quiso hacer su falsa consulta nosotros somos los propios defensores del TIPNIS. Nosotros somos de la resistencia. Mañana (por hoy lunes), queremos que la Fiscalía y los jueces asuman sus funciones. Si no lo hacen, vamos a aplicar la Justicia Comunitaria. Así de simple, de frente”, dijo Antezana.

En la Subcentral Sécure orgánica, remarcan que los de la paralela tienen un único discurso: el prebendalista. “Siempre hablan de los proyectos que van a meter cuando nos dejemos dominar por ellos y el Gobierno. Pero nunca nos dicen cómo van a defender el territorio. Pero debemos contar con territorio para tener proyectos. Si no hay territorio ni nada por defender ¿qué van a hacer con sus proyectos?

La Subcentral orgánica propone una solución, que no es aceptada por los títeres del MAS, justamente porque acarrearía soluciones. “Llamamos a un encuentro de las 22 comunidades del río Sécure. Y que las comunidades digan quién va a ser nuestro dirigente. Pero los de la paralela no aceptan la realización de este encuentro porque saben que van a perder. Nosotros vamos a cuidar la institucionalidad del Sécure. Quien sea su próximo presidente debe ser orgánico, no un dirigente político. No debe estar ligado a ningún color político: ni de derecha, ni del masismo ni de la izquierda”.

Las y los vendidos que ahora están en la puerta de la sede de la Subcentral Sécure, y con campings en algunos rincones adentro, “no están actuando por su voluntad. Está (el ministro de la Presidencia, Juan Ramón) Quintana por detrás. Es su maña de trabajar así. Pero ya no nos van a hacer pecar más. Hemos dicho que si hay otro enfrentamiento vamos a dejar que nos puñeteen. Porque no debemos prestarnos a sus juegos de violencia”, dijo Antezana.

Quienes quieren tomar la sede de esta Subcentral “son los mismos que estuvieron con Pradel en la comunidad de San Pablo. Es el mismo grupillo que nos esperó con palos en Gundonovia para azotarnos. Mire cómo viene escalando el trabajo de don Quintana. Y ni aún así puede tomar nuestra sede”, evaluó el comunario del TIPNIS.

Y subrayó: “Si la Fiscalía y los jueces no pueden intervenir en este caso porque obedecen a Evo, los corregidores van a aplicar la Justicia Comunitaria. Pero luego que no venga la Justicia ordinaria a perseguirnos, porque en su momento no tuvo la capacidad para intervenir. Ahora estamos acudiendo a la Justicia Ordinaria, pero nos dice que es un problema orgánico y no puede meterse (la misma actuación tuvo la Fiscalía del Estado cuando el Gobierno tomó las sedes de CIDOB y CONAMAQ). Queremos dejar esto en claro, para que después nadie se extrañe. Nosotros tenemos hermanos golpeados por el ataque del viernes. Mientras los de la paralela no tienen ni un herido. Hemos decidido que nos dejaremos golpear, pero no les vamos a permitir entrar a la sede”, dijo Antezana.

Antes Cristóbal Colón, ahora Evo Morales

Ercillo Rocha Roca tiene tiene 58 años y un hueso del brazo izquierdo quebrado, luego del ataque que la Subcentral Sécure sufrió el viernes pasado. “Para ellos –los de la paralela- es chiste lo que han hecho. Entre risas ellos se cuentan que lo han tumbado a don Ercillo, que le han pisado el brazo. Nosotros nos mantuvimos pacíficos. Si hubiéramos devuelto los golpes, íbamos a ganar. A mí me quebraron una costilla. Pero hemos salido en definitiva sanos, porque Dios nos mira”, dijo Fernando Román Muiba, corregidor de la comunidad Nueva Lacea.

El hijito del corregidor Fernando, de seis años, cayó al suelo en medio del inesperado ataque y lo pisotearon sin preocuparse de cómo podrían lastimarlo. Al niño le lastimaron el tórax y el hombro. Ahora está vendado y con dolores. “Como autoridades comunitarias queremos asentar una denuncia”, dijo la autoridad comunal.

Pablo Antezana, corregidor de Nueva Vida, también tiene dolor en el pecho por la pateadura recibida. Para él, quienes se vendieron al Gobierno “son nuestros amigos. Hace años con ellos hacíamos una sola voz. Ahora vemos que estos hermanos hacen todo lo que el Gobierno quiere”.

En la sede de la Subcentral, hay decenas de hermanas y hermanos del TIPNIS que abandonaron sus ocupaciones en el territorio para encerrarse en esta casa. Para seguir la única tarea de los indígenas en la Bolivia de hoy: defender sus derechos. Despertarse pensando en que deben defender sus derechos, permanentemente sitiados. No dormir, porque están en vigilia eterna en la sede, para defender su derecho a ser indígena. ¿No es lo mismo que sucede desde 1492?

(Equipo de Comunicación Indígena Originario)

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