El sistema capitalista está acabando con el planeta. Bajo la lógica del crecimiento ilimitado y el enriquecimiento individual, no solo el Cambio Climático está llegado a un punto irreversible, sino que se sigue profundizando la pobreza, la exclusión y las injusticias, vulnerando los derechos de las personas menos favorecidas, de las mujeres, de los pueblos indígenas y de la Madre Tierra.

El país no ha cambiado y se sigue gobernando para una élite y para consolidar el poder de las corporaciones transnacionales, que se benefician del esfuerzo del pueblo boliviano y saquean sus recursos naturales, que además gozan de seguridad jurídica para las inversiones, entre otras ventajas otorgadas por el Estado que -promoviendo el extractivismo- acelera el fenómeno global del Cambio Climático y deja en mayor vulnerabilidad a los territorios y sus poblaciones, que sufren de manera directa sus impactos.

Las organizaciones que desde las bases impulsaron un proceso político que buscaba cambios estructurales, hoy están fragmentadas, intervenidas y amedrentadas. Muchas de las voces que defienden derechos, territorios y a la Madre Tierra son calladas sistemáticamente, a través de la judicialización y el acoso político.

Nosotras, las organizaciones de la sociedad civil abajo firmantes, ratificamos nuestro compromiso para lograr un cambio sistémico, un cambio de las estructuras de poder, de la cultura política y del sistema de organización económica. Un cambio que asegure el respeto de los derechos humanos, de los derechos de los pueblos indígenas, originarios, campesinos y de la Madre Tierra con equidad y justicia de género.

Queremos un país con justicia social y económica, que logre una relación armónica con la Naturaleza, donde se logre un cambio de la matriz energética, hacia sistemas de energía renovables a pequeña escala y bajo control de la población, que asegure dejar los combustibles fósiles en el pasado. Un cambio en la matriz de producción de alimentos, que no signifique la destrucción de nuestros bosques, la introducción de transgénicos o la mercantilización de la Pachamama. Un país donde los intereses de los pueblos estén por encima de los intereses de las élites y de las empresas.

Es así que nos comprometemos a seguir impulsando los principios que dieron origen a esta Plataforma en 2009. Buscamos Justicia Climática y social para lograr otro sistema, trabajando principalmente con las organizaciones de base, con poblaciones y territorios que hoy están sufriendo los impactos del modelo de desarrollo y los impactos crecientes del Cambio Climático; amplificando sus voces en distintos niveles, impulsando articulaciones y alianzas, reforzando la información de estas problemáticas en los territorios, vigilando el cumplimiento de la Constitución Política del Estado y difundiendo e impulsando las alternativas que desde los territorios se están creando.

Llamamos a la unidad de acción para exigir un cambio sistémico, fortalecer la defensa de los derechos, de los territorios y de quienes se movilizan en lucha por estas causas.

¡Cambiemos el sistema, no el clima! ¡Justicia Climática ya!