Pre COP28: Las negociaciones de un mecanismo alternativo a la compra y venta de carbono avanzan en puntos cruciales del debate
…Pero aún tenemos pendiente soñar los ejemplos concretos y novedosos para su implementación.
Por Marcos Nordgren*
Cada vez son más los ejemplos negativos que demuestran la manera dañina en que actúa el mecanismo del mercado de carbono, especialmente aquel asociado a proyectos de compensaciones de emisiones provenientes de bosques y sus poblaciones en nuestra región y el mundo.
Hace pocos meses era el turno de Verra, la mayor certificadora de bonos de carbono del mercado voluntario (¡el cual mueve alrededor de 2 mil millones de dólares anuales!), de ser descubierta vendiendo certificados de carbono que no representan reducciones reales de contaminantes climáticos, ni una contribución a la lucha contra la crisis climática.
Este nuevo escándalo de certificados de carbono, ampliamente empleados por transnacionales como Disney, Gucci o incluso la petrolera Shell, confirma lo denunciado por años: los certificados de carbono y campañas publicitarias afirmando “neutralidad climática” no son más que las viejas estrategias de lavado verde, pero que desesperanzadoramente ocurren en plena recta final de la lucha por evitar caer por el precipicio del colapso climático global.
En ese contexto, desde los movimientos sociales de emergencia climática hemos comenzado a comprender que, aun teniendo argumentos irrefutables contra el mercado de carbono, la única manera de desafiar verdaderamente su indiscutida dominancia en las negociaciones de acciones cooperativas es desarrollando las visiones y propuestas de sus alternativas incluidas en la negociación de los Mecanismos Desvinculados del Mercado de Carbono, o también conocido como artículo 6.8 del Acuerdo de París.
Las negociaciones en curso de la reunión preparatoria de Bonn, Alemania, las SB58, muestran hasta ahora que esta opción a los mercados de carbono es viable y podría conseguir materializarse ya para la COP28 en diciembre este año.
Gracias a los esfuerzos principalmente de la pequeña delegación boliviana, el tratamiento de este punto ha avanzado significativamente, sin embargo, quedan pendientes lo que muchos de los negociadores de otros países describen como la definición de la forma que estos proyectos tendrán en su implementación en la realidad concreta de comunidades y ecosistemas alrededor del mundo y otros contextos que sean definidos.
Si bien en general, desde las delegaciones oficiales y de observadores diversos de la sociedad civil, se ha prestado muy poca atención a este proceso específicamente, este constituye uno de los avances más interesantes de la actual reunión preparatoria y podría abrir la puerta a una generación de nuevas iniciativas de escala global que permitan redirigir esfuerzos a apoyar a comunidades indígenas y locales a comenzar múltiples acciones dedicadas la restauración y gestión integral de ecosistemas con el fin de fortalecer las economías y medios de vida de las poblaciones locales, a tiempo de luchar con la crisis climática.
Sin duda, los potenciales de involucrar activamente a comunidades indígenas y poblaciones locales de diferentes orígenes en la acción climática, compatible con la restauración y uso sostenible de los ecosistemas, es prometedora y lo que ocurre en Bonn estos días parece dar pequeños pasos en conseguir un nuevo frente de lucha contra la crisis climática.
Para el periodo restante, hasta la siguiente reunión en diciembre, durante la COP28, se ha propuesto conseguir la realización de al menos una reunión de trabajo interseccional para la revisión de la Plataforma web, aún en fase de diseño, donde se registrarán los proyectos desvinculados del mercado y los donantes interesados en apoyar estos procesos, pero también establecer un programa oficial de Naciones Unidas de preparación y fortalecimiento de dichos proyectos para lograr arrancar con los primeros ejemplos que podrían servir de base para ampliar el trabajo en el marco de este nuevo mecanismo.
En los siguientes 3 días se desarrollaran las últimas discusiones y debates en muchos otros ítems de la agenda del proceso preparativo de negociación para fin de año, pero posiblemente entre los más novedoso y positivo se encuentre esta perspectiva de trabajo del mecanismo desacoplado del ya probado mercado de carbono y, tal vez, el avance más innovador en esta última ronda de diálogo que cada día que pasa se vuelve más urgente, mientras los impactos de la crisis climática se hacen presentes en todas las esquinas de nuestro mundo.
*Marcos Nordgren es técnico de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático