Sociedad civil busca la aprobación de una ley de emergencia climática
Por PBFCC
Representantes de un grupo de organizaciones e instituciones de la sociedad civil participaron en el taller de socialización y complementación del “Proyecto de Ley de Emergencia Climática” que se realizó el 23 de junio en Cochabamba, del cual emergió una declaración conjunta que principalmente apoya la aprobación de esa propuesta de ley.
Los participantes -representantes de CIPCA, Fundación Gaia Pacha, Grupo de Trabajo Cambio Climático y Justicia (GTCCJ), Plataforma Boliviana de Acción frente al Cambio Climático (PBACC), Centro de Estudios Superiores Universitarios de la Universidad Mayor de San Simón (CESU-UMSS), Plataforma Boliviana frente al Cambio Climático (PBFCC), Fundación Jubileo, Acción Ambiental Metropolitana- trabajaron en tres mesas analizando cada uno de los artículos de la Propuesta de Ley de Emergencia Climática construida colectivamente.
Los asistentes analizaron la situación de profundización de los impactos climáticos sobre población nacional y retroalimentaron la norma propuesta que busca dar respuesta al problema.
Entre los diez planteamientos de su declaración destacan el reconocimiento de la emergencia climática traducida los impactos ya sentidos principalmente por los sectores más vulnerables y el tratamiento de una ley de emergencia climática.
10 Planteamientos
- Reconocer colectivamente la situación de emergencia climática y ambiental y su impacto sobre comunidades y población en general, especialmente a los sectores más vulnerables.
- Exigir el tratamiento de la propuesta de Ley de Emergencia Climática y su pronta promulgación e implementación.
- Exigir la elaboración de planes inmediatos de emergencia climática sectoriales para atender urgentemente la gestión de cuencas y recursos hídricos, fortalecimiento de la seguridad y soberanía alimentaria de sistemas productivos campesinos indígenas, gestión sostenible de los bosques y ecosistemas, crear acciones urgentes para la transición energética justa e inclusiva
- Demandar que el Estado, en sus diferentes niveles, elabore y gestione políticas y programas multisectoriales orientados a mejorar las capacidades de resiliencia y adaptación en los ámbitos urbano y rural.
- Profundizar en el análisis y gestión de nuevas alternativas al desarrollo, enmarcados en la gestión sostenible de los recursos naturales, en especial el agua, suelo y biodiversidad; el fortalecimiento de sistemas productivos de base campesino indígena, que a través de sus usos, costumbres y conocimientos son custodios de la biodiversidad; la gobernanza integral y sustentable de los bosques y la transición hacia el uso de energías limpias y sustentables.
- Exigir la integración del clima, la transición energética, la transición agroecológica en procesos de planificación en diferentes niveles; nacional, departamental y regional.
- Priorizar la gestión de financiamiento a través del TGN, la Cooperación Internacional y el Fondo Plurinacional de la Madre Tierra para atender a programas y proyectos de emergencia climática en todos los niveles, nacional, departamental y regional.
- Desarrollar programas de educación y campañas de comunicación y de sensibilización sobre los efectos del cambio climático; generando espacios plurales, interculturales y democráticos para la formulación de respuestas oportunas e integrales, priorizando la participación de jóvenes y mujeres.
- Asignar fondos e impulsar procesos de investigación encaminados a gestionar información y conocimiento que acompañe y fortalezca las respuestas frente a la emergencia climática.
- Desarrollar instrumentos de participación efectiva de la sociedad civil para la gobernanza de los recursos naturales contribuyendo a procesos de transición justa, sustentable e inclusiva que permita enfrentar la emergencia climática.
Las organizaciones e instituciones de la sociedad civil que participaron en el encuentro señalaron que realizarán un control social a la aprobación, promulgación y aplicación de la «ley de emergencia climática».
Los encuentros se replicarán en las ciudades de Santa Cruz y La Paz.