Marqueza Teco, dirigenta del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), intentó dar una conferencia de prensa en la Plaza Murillo, de la ciudad de La Paz, donde cotidianamente se reúne la prensa del país para dar cobertura a lo que sucede en el Palacio Quemado y en la Asamblea Legislativa Plurinacional. A diferencia de lo que ocurre cuando cualquiera quiere dar un anuncio, esta vez la Policía Nacional de Bolivia cumplió un rol de fuerza de choque política, al evitar que la comunaria del TIPNIS pudiera dar con claridad su mensaje: que el próximo 3 de noviembre una comisión de líderes indígenas del TIPNIS viajará a Bonn, Alemania, para denunciar ante un Tribunal Internacional los graves, flagrantes y evidentes atropellos de derechos en los cuales el Gobierno nacional incurre en su afán de atravesar el TIPNIS con una carretera que solamente beneficiará a petroleras, agroindustriales, mineras y sindicatos cocaleros, vulnerando los derechos fundamentales de los pueblos indígenas de Bolivia. Esos pueblos indígenas a los cuales el Gobierno dice representar.
Decimos que doña Marqueza Teco intentó dar una conferencia de prensa que nunca se materializó, por la intervención permanente de las fuerzas policiales, fuertemente interesadas en que nadie del TIPNIS pudiera dar su testimonio libremente a la prensa, como figura en el ABC constitucional de los países del mundo, incluso aquellos donde el Estado ejerce mayor presión para evitar que se conozcan verdades contrarias al relato oficial. Sin faltar a la verdad, podemos afirmar que la de ayer fue una conferencia de prensa de la Policía, antes que de la dirigencia verdadera del TIPNIS.
Doña Marqueza, a pesar de las condiciones adversas para dar una conferencia de prensa, decidió gritar su verdad, que es la verdad de un territorio, a quien pudiera escucharla. Pero en las grabaciones de los medios de comunicación presentes predominan los “no me empuje por favor” y los “estoy haciendo mi trabajo”, enunciados indistintamente por periodistas y por policías.
“Buenos días medios de comunicación. Agradecer a Dios para que ustedes con buena fe repliquen lo que aquí está sucediendo. Están los militares (policías) queriendo coartarnos. Queremos denunciar que nos está atropellando el Estado boliviano. ¿Por qué nos están coartando? Tenemos derecho a defender nuestra tierra, que es el TIPNIS. ¿Dónde quedó Chaparina, cuando los militares nos gasificaron (el 25 de septiembre de 2011)? Nosotros pedimos a Dios que los castigue a estos militares… Dios tiene más poder que estos militares que siempre nos tienen que coartar en los ríos Isiboro y Sécure”, dijo Marqueza entre empujones de escudos policiales.
“Es mi derecho denunciar pública y mundialmente, esperando que publiquen por favor lo que sentimos y sufrimos. Quieren destrozar nuestra naturaleza, quieren meter una carretera por medio del corazón del TIPNIS. Dios nos regaló nuestro territorio para que vivamos con nuestros hijos, nietos y bisnietos. Así como nuestros ancestros vivieron muchos años más atrás”, destacó la dirigenta.
“Vamos invitados para viajar y denunciar ante Naciones Unidas este atropello, también vamos a denunciar que en Bolivia no se respetan los derechos de la Madre Tierra. Dicen que en Bolivia vivimos bien y eso es mentira”, dijo doña Marqueza. Las determinaciones que tome el Tribunal ante el cual denunciarán lo que sucede en el TIPNIS no es vinculante, pero al menos puede lograr que una comisión internacional visite el territorio para verificar las graves denuncias de quienes, como Marqueza, allí viven.
Quienes siguieron esta “conferencia” por alguno de los muchos medios que se hicieron presentes, notaron que las discusiones de los policías con la prensa lograban tapar las palabras que doña Marqueza pronunciaba en defensa de su territorio. “Señora, vayamos avanzando por favor”, decían cínicamente los policías detrás de sus escudos de la UTOP. Finalmente, lograron correrlos de la plaza a los dirigentes del TIPNIS, así como a la ciudadanía paceña que los apoya en su reclamo.
“Miren como nos miren, quiero denunciar que aquí están nuevamente los militares atropellándonos, como en Chaparina. Y ahora nadie de los militares que nos reprimieron está preso. Días atrás, también los militares fueron a coartarnos en una reunión de nuestro territorio”, dijo entre empujones la presidenta de la Subcentral Indígena de Mujeres del TIPNIS.
“No me empuje por favor”, decían indistintamente los policías y los periodistas. “Estoy trabajando”, decía uno… “Yo también estoy trabajando”, le respondían. Uno de los ciudadanos paceños que apoyan a la dirigencia del TIPNIS exclamó: “Agradecemos al grupo táctico de la Policía, porque nos han asegurado la concurrencia y atención de los medios”. Y tenía razón, porque esta noticia concitó la cobertura de todos los medios presentes. Y la información que pretendía dar doña Marqueza está presente en la mayoría de los medios nacionales, aunque casi todos omitieron las inoportunas intervenciones policiales, que solamente sirvieron para tomar en cuenta la cantidad de fuerzas estatales y empresariales interesadas en que se haga la carretera por medio del TIPNIS.
“La Constitución dice que los pueblos indígenas tenemos libre determinación, tenemos derecho a dar conferencias de prensa en la plaza que es de todos los bolivianos. ¿Por qué la Constitución no se respeta? ¿Qué les hemos robado para que nos estén empujando así? No somos ladrones, simplemente estoy defendiendo el TIPNIS para que no lo rompan con esa carretera que quiere el Estado. A nosotros no nos va a servir esa carretera. Nos va a fregar la naturaleza”, dijo doña Marqueza entre más empujones y voces que daban los policías para generar confusión y evitar que se escuchen las palabras de la líder indígena.
“Ellos –dijo Marqueza señalando a los policías- tenían que cuidarnos, pero miren cómo nos tratan aquí. No queremos carretera porque es la destrucción de nuestra vida”, siguió denunciando entre empujones de los policías.
